El empresario malagueño Antonio Toré Povea, establecido en Lleida desde 1959, recibió el pasado sábado 9 de marzo el reconocimiento de la Casa de Andalucía de la capital leridana como Andaluz del año – Premio a la Concordia 2019. Antonio Toré, motor y alma de lo que hoy en día es IPV (Instalaciones y Proyectos de Vanguardia) se mostró «muy orgulloso» por el homenaje proveniente «tanto de la Casa de Andalucía como de la tierra que me ha acogido», a la cual, destaca, pertenecen tanto su esposa como sus cuatro hijos y nueve nietos.
El acto de distinción tuvo lugar en el restaurante Palau de Margalef, en presencia de representantes municipales, del mundo empresarial y de la sociedad civil, entre otros. Con este galardón, la Casa de Andalucía ha querido reconocer la importante trayectoria profesional y empresarial de Antonio Toré. Este premio se suma al que recibió en 2006, de manos del entonces presidente de la Generalitat Pasqual Maragall y a propuesta de la Federación de Empresarios Metalúrgicos de la Provincia de Lleida (FEMEL), la Medalla President Macià al mérito al trabajo, por su compromiso y contribución a mejorar el futuro de Cataluña. Tres años antes, fue distinguido como promotor de la Federación Catalana de Asociaciones Territoriales de Empresarios Instaladores (FERCA). A su empresa, IPV, también le fue concedido un galardón como firma cofundadora de la mencionada FEMEL.
Antonio Toré, nacido en Málaga en 1941, adquirió durante 1995 el 50% de IPV, empresa que había sido fundada tres años antes y que hasta entonces prácticamente había permanecido inactiva. Solo un año y medio más tarde, cuando IPV ya ejercía como referente del sector eléctrico, Antonio Toré se convirtió en propietario al 100% de la empresa leridana.
A pesar de que se jubiló en 2005, Antonio Toré acostumbra a visitar casi cada día IPV, cuya gestión ahora recae en tres de sus cuatro hijos. Durante su larga trayectoria, además de llevar adelante su gran proyecto, el de IPV, y como buena prueba de su carácter emprendedor, el hombre premiado como Andaluz del Año 2019 por la Casa de Andalucía de Lleida ha sido socio fundador de una constructora, de dos firmas inmobiliarias y de otra empresa del sector eléctrico. Así mismo, ha ejercido como miembro de la Junta Directiva y vicepresidente de la Asociación Provincial de Empresas Tecnoeléctricas de Lleida, y del consejo ejecutivo de FERCA y FEMEL.
Antonio Toré, nacido en el seno de una familia humilde, era el pequeño de tres hermanos. Antes de establecerse en Lleida, vivió en Sopeira, en el Pirineo Aragonés, y en Tánger, lugar donde a los 12 años ya empezó a trabajar como aprendiz de electricista. Posteriormente, una vez afincado en Lleida y justo después de conseguir el carné de instalador, fundó su propio taller con solo 21 años. Era el comienzo de una extensa y exitosa carrera empresarial siempre arraigada en la ciudad de Lleida.
