El autoconsumo se ha convertido en una alternativa energética cada vez más interesante para el tejido empresarial. Y lo ha hecho porque reporta indudables beneficios ambientales y también importantes ventajas económicas. A continuación, os detallaremos los principales argumentos por los cuales consideramos que vale mucho la pena pasarse a la fotovoltaica.
La energía solar contribuye a la seguridad y a la garantía de suministro. Reduce el consumo de combustibles fósiles y la dependencia energética con el exterior. Ayuda a cumplir los objetivos de Cataluña y de la UE en materia de energías renovables, con un coste inferior a otros mecanismos. Así mismo, favorece la descarbonización y la mejora de la calidad del aire. En cuanto a la movilidad, abre la puerta al vehículo eléctrico con energía kilómetro cero.
En términos puramente económicos, apostar por la fotovoltaica supone una mejora de la competitividad de las empresas y fomenta la creación de ocupación no deslocalizable. Incentiva la actividad económica e industrial, y también impulsa nuevos modelos de negocio ligados a la agregación de la energía. Además, se obtiene un evidente ahorro energético y económico, y permite gestionar la propia energía y favorecer el empoderamiento del ciudadano.
La energía solar representa un factor clave en la lucha contra la emergencia climática que vivimos, puesto que reduce la huella ecológica de manera drástica, gracias a las emisiones de CO₂ que dejan de llegar a la atmósfera. Por lo tanto, produce beneficios de manera individual y colectiva, contribuyendo a la sostenibilidad de nuestro planeta.
Por otro lado, los cambios legales introducidos en 2019 y 2018, cuando se suprimió el llamado ‘impuesto al sol’, hacen que las condiciones y costes resulten ahora mucho más favorables. En este enlace profundizamos en todas las novedades normativas a raíz del real decreto de abril del año pasado: LAS CLAVES DE LA NUEVA LEY QUE PUEDE REVOLUCIONAR EL AUTOCONSUMO ELÉCTRICO. Son elementos que, unidos a la bajada de precio de las instalaciones solares, explican por qué la tendencia empresarial al autoconsumo no deja de crecer.
Cabe recordar que la inversión necesaria para poner en marcha la instalación se recupera en un plazo de entre 5 y 6 años. Si necesitas más información, en IPV disponemos de especialistas que, sin ningún compromiso, te ayudarán a resolver cualquier consulta en función de tu caso particular.